martes, 28 de septiembre de 2010

D O T



Esta animación ya está circulando por todas partes. Me parece que no puede faltar aquí, el blog de los descubridores del agua tibia.

Los animadores de stop motion, son una subespecie en el mundo de la animación. La animación es para Doctores Jekyll y Señores Hyde, una cuestión bipolar de energía y paciencia en el equilibrio exacto entre el niño y el adulto. Eso es un ideal, digo. Mi punto, si es que puedo dejarlo claro, es que los animadores de stop motion parecen tener una fascinación especial por lo difícil. En esa búsqueda jamás ha faltado la poesía y por eso, en un mundo tan agitado como el de hoy, sigue existiendo en esferas comerciales (no hay que ir muy lejos, recuerden Fantastic Mr. Fox de Wes Anderson) y no tan comerciales (festivales, comerciales, videos musicales).

Otro factor que influye en su auge es que se presta muy bien a la experimentación, y puede llegar a ser un trabajo muy intuitivo y económico. Para unos es una pasión. Para otros un buen comienzo.

En el caso de este trabajo que rebotamos y compartimos aquí, se trata de un "simple" teléfono celular, cuya cámara tiene una tremenda resolución, a juzgar por la definición con la que reconocemos ese mundo tan pequeño. Mucha imaginación para crear un mundo de aventuras con los objetos pequeños y cotidianos. Nada es creado excepto quizás la muñequita del personaje principal. Puro reordenamiento de la realidad. Collage animado, como lo llama Jean-Charles L'Ami, quien trabaja esta técnica desde hace ya años aquí en Venezuela y con quien he tenido el gusto de trabajar. Atentos a su trabajo.

Pedro.

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