lunes, 2 de agosto de 2010

HERMANO: Un debate entre el cine de género y el personal.

Esto, son una serie de comentarios armados en base a las preguntas que el periodista Alexis Correia, ha hecho para armar su articulo sobre "HERMANO" en el diario "El Nacional" de fecha 02/08/2010.

Hermano (2010, Marcel Rasquin, Venezuela) destaca por una estructura tres actos comprensible, fácil de asimilar, que te involucra de lleno en la historia que estás viendo sin caer, a simple vista, en moralismos o mojigaturas, que no las cree nadie.
Su discurso se maneja de la misma manera; como se manejaría cualquier película norteamericana, de tocar un tema similar. Es por ello que se le hace fácil al espectador poder sentirse identificado con ella, no necesariamente en vivencias personales, sino en el vinculo que debe crearse entre la historia y el que la percibe (Una recepción amplia, un mensaje manejado), mantener la atención, y no pecar en mostrarnos a un narrador que está continuamente intentando mostrar su mano, su rostro o peor aún, su nombre.

Es una gran muestra de un cine de autor manejado comercialmente, sin caer en academicismos incomprensibles del todo intelectuales.
Entonces, ¿Hace falta un cine de género en Venezuela?.

El critico Ricardo Azuaga, comentaba en su columna "El dedo en el Ojo" con respecto a Hermano:

(Hermano)..."es heredera de una historia muy explotada por el cine de Hollywood y pocas veces usada en Venezuela: la del deportista joven (en este caso los dos hermanos) que busca en su disciplina el ascenso social y alguna redención. En EEUU, el éxito más reciente es The Blind Side (2009)."

Existen varios problemas en el cine nacional que no se han resuelto.


La primera, que los realizadores han optado por hacer un cine muy personal, esto es un arma de doble filo, y habla acerca de un estatus de ego que resulta pedante (Des-autorizados, 2009, Elia Schneider), obviamente este punto, hace que el espectador no se identifique, emocione, o canalice lo que ve, ya que se está proyectando una serie de elementos muy propios a los cuales el espectador común y corriente no está acostumbrado.

Pensemos por un momento, cual es el cine que el venezolano promedio va a las salas a ver? Obviamente el cine norteamericano, que simplifica el acto de entender, pero que no deja de lado un desarrollo moral, que a veces no es del todo obvio pero que se hace fácil de asimilar, bajo una formula mágica, que no se agota, pero que es una receta practica y con la cual se puede hablar de casi todo: Chico conoce chica, chico es separado de chica, chico lucha por chica, chico termina finalmente con chica.

Por otro lado, cuando a cine de autor nos referimos

¿Quiénes son los que están a las afueras de cada festival italiano, francés, húngaro...? esos mismo creadores, que están satisfaciendo una necesidad inspiradora (A veces).

Pero el arte no debe ser algo por completo individualista, el arte, es ante todo, un eslabón en la cadena del conocimiento y el aprendizaje, y el cine entra dentro de este estatus. Es un tema tan complejo, en el que se puede hablar hasta de cómo se usan ciertos elementos técnicos que pueden funcionar con el manejo adecuado, pero que fallan por una mala visión del mismo. Ejemplos claros lo son: Pura Joyitas. (2007 Henry Rivero y César Oropeza) y La virgen negra. (2008, Ignacio Castillo Cottin).
Obviamente hay un problema claro en las estructuras de nuestros guiones, y esto no es más que una prueba de que nos falta una industria real cinematográfica, donde el guionista sea el guionista y el director, el director, ya después de eso, después de aprender a cabalidad el manual del guerrero que es no es más que "El viaje del héroe" pueden salir a flote todas las pedanterías que se puedan, ahí está Francia o Alemania, la misma USA.

Entonces sí, creo que hace falta en el país un cine de género(*), mostrarle al espectador lo que somos realmente capaces de hacer, con lo que ya inconscientemente ellos están acostumbrados a ver, para luego, comenzar a sorprender del todo. Es una etapa de crecimiento. De ahí derivó el éxito de nuestro cine en los 70, el problema, es que el contexto ha cambiado, el mundo, el país ha cambiado lo suficiente.

Las estrategia de mercadeo depende de las causalidades. Y de cómo se planteen.

Hermano ganó un premio, creó expectativa, gustó, y se empezó a dar el boca a boca, todos comenzaron a hablar de ella, (Todos hablan, más no todos la han visto, Hermano aun no supera, y esta muy lejos de superar el éxito de taquilla que impuso Secuestro Express. (2005, Jonathan Jakubowicz.)

Subhysteria. (2009, Leonard Zelig) Se vendió cómo la primera película venezolana impr
ovisada (Aunque ya en un articulo anterior de este blog, he comentado que para mi no es una película venezolana), creó expectativa, algunos las amaron, otros la odiaron, se empezó a dar el boca a boca, y bueno esta es otra historia.

Obviamente el truco está en que se venda la película como algo único. A partir de ahí ya depende del gusto, y como decía Andres Caicedo "El gusto es una aberración".

¿Pero qué está pasando ahorita con una película tan grandio
sa cómo Cheila, una casa pá Maita. (2009, Eduardo Barberena, ganadora de los premios gordos del festival de cine de Merida? ¿Es que acasos nuestros festivales no tienen la misma importancia? Tenemos una prueba clara de alienación nacional, pero ese... es otro tema.

¿Dónde está la publicidad de Cheila? Se quedaron en la nota de vender la película por puro trailer, y sabemos que eso ya en estos tiempos, no es del todo efectivo. ¿Por qué tocando una temática como lo es la homosexualidad, no llamaron a una marcha GLBT para promocionar la película en las calles de Caracas? ¿A quién le importa entonces? Y es una lastima que el público no vaya a verla, sabiendo como es de intolerante el Venezolano real con estos temas, incapaz de comprender del todo.

Entonces el problema radica básicamente en tres puntos: Hace falta un cine de género, basta de pedanterías intelectuales que no las entiende ni el cónyuge del realizador (a). Revisar A Fields, McKee, y a Homero, su Iliada y su Odisea, y comprender cómo se debe narrar una historia sin aburrir y sin redundar.
Vender el producto, como lo único grandioso para lograr atrapar al espectador, a partir de ahí, ya se sale de las manos, hay que depender del gusto.

(*).
Justamente en estos días, luego de un gran maratón de películas Serie B y Z, pensaba que podría ser tan fácil incursionar en el cine de terror en nuestro país, muchos hablan que los gringos son una sociedad enferma que cultiva depredadores para si mismos. ¿Y no tenemos en Venezuela actualmente los mayores indices de muertes violentas? ¿El espectador no paga y agota taquillas con películas tan malsanas y pervertidas como Saw o Las colinas tienen ojos?... Al venezolano le gusta la violencia, está acostumbrado a ella. Es una mentira ese lugar común del espectador que habla de nuestro cine siempre con los mismo adjetivos, o las mismas justificaciones, eso del sexo, el lenguaje ordinario, o la historia de malandros.
Si es así ¿Por qué no están cansados de ver a mujeres desnudas en películas de terror, o de ver al policía insultando constantemente al ladrón, o de ver las películas de ladrones que planifican robos? Obviamente es un problema de enfoque.

El cine de género creo que es el camino. A partir de ahí todo se puede dar. No hace falta ir a ver a un asesino serial de otro país, cuando nosotros pasamos al lado de alguno de ellos todos los días por la calle sin saberlo. O es que acaso ese afán del espectador por ver el sufrimiento ajeno no fue lo que hizo que en sus día ¿Macú, Cangrejo o Soy un delincuente? tuviesen el éxito. ¿Dónde está la película en este momento sobre Linda Loaiza y el "Inca" Valero?. ¿El cine nacional quiere trascender y tener éxito?

Hay que comenzar a vender historias espantosas, con finales esperanzadores, o historias esperanzadoras, con finales pesimistas.

Por cierto este Poster es de la nueva película de Jim Sheridan, casualmente, se titula igual que el drama de estos dos futbolistas, lo que me llama la atención, y lo que me causa cierta gracia, es que podría pasar por un remake, en donde los Guionistas, han cambiado el balón por una siempre hermosa Natalie Portman.
Daniel.